Manejo de infecciones crónicas del oído


Las infecciones de oído son una condición común, especialmente en niños pequeños. Si bien la infección ocasional generalmente no es motivo de preocupación, si la infección sigue reapareciendo, tiene el potencial de provocar consecuencias más graves para la salud, incluida la pérdida de la audición.

El vínculo entre las infecciones crónicas del oído y la pérdida auditiva

Los síntomas de una infección de oído pueden incluir dolor de oído, presión, fiebre y pérdida temporal de la audición debido a la acumulación de líquido. A medida que la infección desaparezca, la audición volverá a la normalidad. Sin embargo, los estudios han demostrado que las infecciones crónicas del oído pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas auditivos permanentes.

Los investigadores que examinaron la conexión entre las infecciones crónicas del oído y la pérdida auditiva administraron pruebas de audición a 123 pacientes con otitis media crónica unilateral. Encontraron una asociación muy significativa entre las infecciones crónicas del oído y la pérdida auditiva neurosensorial.

Otros problemas asociados con las infecciones crónicas del oído

Además de la pérdida auditiva permanente, otros factores de riesgo incluyen la ruptura del tímpano y el desarrollo de un colesteatoma. Este es un crecimiento anormal de la piel en el oído medio, justo detrás del tímpano. A medida que aumenta la masa, puede dañar los huesos del oído medio y provocar pérdida de audición e infección.

Tratamiento de infecciones crónicas del oído

Cuando se trata de tratar infecciones crónicas del oído, mucho depende de la causa.

  • Problemas de la trompa de Eustaquio. Los niños son más propensos a las infecciones de oído en parte porque es posible que sus trompas de Eustaquio aún no estén completamente maduras o en funcionamiento. Esto puede conducir a una acumulación frecuente de líquidos e infecciones regulares. En tales casos, es posible que sea necesario colocar quirúrgicamente tubos en los oídos de su hijo para drenar el líquido y prevenir infecciones. Este es un procedimiento común y seguro, y las trompas se caen por sí solas en unos pocos años a medida que se desarrolla la trompa de Eustaquio.
  • Alergias crónicas o sinusitis: Las alergias y las infecciones crónicas de los senos paranasales son otras afecciones que pueden provocar infecciones de oído frecuentes. En ambos casos, el tratamiento de la afección subyacente debería reducir la cantidad de infecciones. Cuando se trata de alergias, eso puede significar tomar medicamentos y evitar ciertos factores desencadenantes, como mantenerse alejado de áreas al aire libre como Crossways Preserve en días con mucho polen. Si bien los antibióticos se pueden usar en algunos casos de sinusitis, existe la preocupación de que el uso excesivo provoque resistencia a los antibióticos en infecciones frecuentes. En este caso, se pueden recomendar métodos de prevención como la irrigación nasal regular.

Si usted o su hijo sufren de infecciones crónicas del oído, llame a los expertos al pináculo otorrinolaringólogo para hacer una cita hoy.