Principales causas de pérdida auditiva no congénita en niños


La pérdida auditiva no congénita en los niños puede ser causada por factores externos, enfermedades o traumas. Este tipo de pérdida auditiva no es genética y ocurre después del nacimiento, por lo que comúnmente se la conoce como pérdida auditiva adquirida.

Hay una variedad de métodos para tratar la pérdida auditiva adquirida, incluidos algunos procedimientos quirúrgicos que brindan soluciones más permanentes. Los implantes cocleares ayudan a los niños con pérdida auditiva severa o profunda en ambos oídos al transmitir el sonido a través de un procesador de voz detrás de la oreja a un dispositivo implantado. Los niños con malformaciones graves en el oído interno o externo pueden beneficiarse más de un sistema auditivo osteointegrado. Aquellos que experimentan infecciones de oído recurrentes pueden colocarse tubos en los oídos para evitar que el proceso vuelva a ocurrir.

Ya sea que la solución se encuentre a través de cirugía, medicamentos, audífonos, lenguaje de señas, terapia del habla, dispositivos de asistencia auditiva o una combinación de métodos, existen formas de ayudar a mejorar la audición de manera efectiva para los niños con pérdida auditiva no congénita.

¿Qué es la pérdida auditiva no congénita?

La pérdida auditiva no congénita es un grado de sordera que se adquiere después del nacimiento. No es de naturaleza genética ni está causado por ningún factor experimentado en el útero. Las condiciones que se inician desde el nacimiento se denominan condiciones congénitas.

La pérdida auditiva se presenta como leve, moderada, severa o profunda. Si bien las condiciones no congénitas no son todas permanentes, algunas pueden causar una lucha de por vida, especialmente si se clasifican como severas o profundas. Existen opciones para tratar o ayudar a mejorar las capacidades auditivas de un niño a través de la cirugía para mejorar su calidad de vida.

Los síntomas generales de la pérdida auditiva en los niños son la incapacidad de escuchar sonidos débiles, la falta de respuesta al sonido o el retraso o deterioro del desarrollo del habla. Si un niño presenta estos síntomas, especialmente si se presentan de forma repentina, es posible que haya sufrido una pérdida auditiva pediátrica no congénita.

Hay 4 categorizaciones de pérdida auditiva, que van desde leves a profundas. La pérdida auditiva leve hará que un niño tenga problemas para escuchar sonidos suaves. La pérdida auditiva moderada hará que tengan problemas para seguir el habla a un volumen normal, especialmente en presencia de ruidos adicionales. Cuando la pérdida auditiva es severa, un niño tendrá dificultades para escuchar ruidos fuertes. Cuando está en un nivel profundo de sordera, un niño tendrá dificultades para escuchar cualquier sonido.

Causas de la pérdida auditiva adquirida

La pérdida auditiva adquirida es una condición que se presenta después del nacimiento. Puede deberse a una variedad de causas, que incluyen:

  • Medicamentos ototóxicos
  • Encefalitis
  • Paperas
  • Sarampión
  • Meningitis
  • Gran acueducto vestibular
  • Lesión o trauma en la cabeza
  • exposición al ruido
  • Infecciones crónicas del oído (otitis media)
  • Varicela
  • Influenza
  • Tímpano perforado
  • Otosclerosis (enfermedad de Meniere)
  • Tos ferina
  • Exposición a toxinas (humo pasivo)

La más común de estas causas es la otitis media (infecciones del oído constantes o no tratadas). Esto causa inflamación en el oído medio que resulta en la acumulación de líquido infectado o no infectado. En casos severos, este líquido tiene una consistencia similar a la del pegamento y puede provocar una pérdida auditiva permanente. Es casi seguro que la otitis media cause pérdida de audición, que es una de las razones por las que es la causa más común de pérdida de audición en los niños. Para tratar problemas de líquidos, se pueden colocar tubos de miringotomía para evitar que las infecciones vuelvan a aparecer.

Dependiendo de la causa, la pérdida auditiva puede ser neurosensorial o conductiva. La pérdida auditiva neurosensorial es permanente debido a un daño en el oído interno o el nervio auditivo. La pérdida auditiva conductiva ocurre cuando algo bloquea el sonido, como un objeto extraño, cerumen impactado o líquido de otitis media. Cuando los tres huesecillos del oído interno no transmiten las ondas sonoras al oído interno, o el tímpano no vibra, también se considera que existe una condición conductiva.

Las condiciones conductivas suelen ser más fáciles de tratar que las neurosensoriales, y es posible que la audición de un niño se recupere por completo. La mayoría de los casos de audición neurosensorial no responderán al tratamiento y requerirán medidas más drásticas para ayudar al niño a oír.

Cómo prevenir la pérdida auditiva adquirida en los niños

Hay muchas maneras de ayudar a prevenir la pérdida auditiva adquirida en los niños. Al prevenir la otitis media, las enfermedades o los traumatismos de oído y cabeza, los padres o tutores pueden ayudar a proteger la capacidad auditiva de sus hijos. Para obtener más información, consulte nuestro blog sobre cómo prevenir la pérdida auditiva no congénita en los niños.

Comuníquese con los principales otorrinolaringólogos pediátricos de Birmingham para obtener más información

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